ARTÍCULO FINAL: DIDÁCTICA DE LA LENGUA CASTELLANA
Cuando un niño puede relacionar lo que aprende con sus propias experiencias, su interés vital se despierta, su memoria se activa, y lo aprendido se vuelve suyo” Rudolf Steiner
Durante
este cuatrimestre hemos tenido que abrir la mente, olvidar lo que sabíamos y
dejar que todo lo nuevo entrara. Pero ahora desde un punto de vista diferente
al que estábamos acostumbrados, desde la mirada del maestro, siendo a la vez
alumnos.
Pero
para llevar este cambio a cabo, primero debemos aprender y mejorar mucho todo
lo que sabemos o creíamos saber. A través de esta asignatura nos hemos
enfrentado a la realidad de las aulas y se nos han entregado herramientas para
poder modificarla. No es tan complicado como parece, solo se necesita a
maestros que tengan ganas de enseñar, de transmitir el área de Lengua
Castellana, de manera que los alumnos disfruten y aprendan, dejando a un lado
ese odio hereditario que existe por esta asignatura. En el momento que se topen
con un maestro así, dejarán de preguntarse el por qué deben aprender esto o lo
otro y comenzarán a dejarse llevar.
¿Vemos
todo lo que hemos aprendido en cuatro meses?
BLOQUE
I: LENGUAJE, LENGUA Y COMUNICACIÓN ORAL
Con
este bloque dimos el pistoletazo de salida a esta asignatura. Comenzamos con
dos de las habilidades lingüísticas del ser humano: la expresión y comprensión
oral.
¿Vemos
en qué consisten?
Nos
comunicamos desde que nacemos con llantos, risas, ruidos… durante nuestro
crecimiento vamos desarrollándonos hasta adquirir una competencia comunicativa,
aprendemos a saber “cuándo hablar, de qué, con quién, cuándo, dónde, de qué
forma”. Aprendemos a hablar no solo lingüísticamente, sino también,
socialmente. El objetivo del área de Lengua Castellana es desarrollar esta
competencia, aunque también debe de trabajarse en el resto de las áreas.
El
ser humano posee una facultad única e innata para comunicarse, el lenguaje. A
través de él pensamos, pues existe una relación paralela entre lenguaje y
pensamiento, no existe uno sin el otro.
Solemos
confundir los términos lenguaje y lengua, pero no hablamos el lenguaje, sino
las lenguas, sistemas de signos que permiten a las personas que las conocen
expresarse, transmitiendo información.
“Son bienes culturales y manifestaciones de pequeñas o grandes culturas
y, por tanto, forman parte de aquello que la humanidad debe salvaguardar y
mantener” (Irune Labajo).
Dentro
de la comunicación podemos destacar dos partes: la expresión y la comprensión
oral.
Los
niños deben de saber que cuando se comunican en voz alta son escuchados por
otros, por lo que deben de hacerse entender. Como maestros debemos proporcionar
situaciones de expresión oral individual y grupal, dar pautas sobre buenos y
malos usos, indicar formas de mejorar, es decir, usar estrategias que les
permitan entrenar y mejorar su expresión oral.
La
expresión oral es una tarea pendiente en las aulas. Esto se debe a que no se
trabaja correctamente. Debemos enseñar a los alumnos a comunicarse
correctamente, pues vivimos rodeados de gente, y no podemos dejar de lado
nuestra herramienta más importante. Desde pequeños debemos enseñar a los niños
a expresar sus opiniones, realizar presentaciones individuales y grupales, explicar
conceptos, dramatizaciones, incluso a expresar sus sentimientos y emociones,
consiguiendo generaciones que no tienen problemas a la hora de expresarse, no
solo en el aula sino en su día a día, hablar con la dependienta de una tienda,
preguntar a alguien en la calle…. Nos da miedo hablar y lo evitamos cada vez
que podemos, y debemos cambiar esta realidad.
Para
poder desarrollar una buena competencia comunicativa debemos tener en cuenta
las reglas gramaticales y el uso de la lengua.
De
la mano de la expresión oral va la comprensión oral, pues nos comunicamos con
personas que nos están escuchando o al menos así debería ser. A menudo se
confunde oír con escuchar, algo que debemos impedir que suceda en el aula,
trabajando la escucha activa (captar, atender e interpretar la totalidad del
mensaje). En las aulas apenas se trabaja
la escucha, los alumnos oyen en muchas ocasiones, siempre pensando en lo que
dirán después y no en quien se está comunicando. Se les debe enseñar a mantener
diálogos, ya no solo para su aprendizaje sino para su día a día. Se enseña a guardar su turno a los niños,
pero no a hablar sobre lo que otros han dicho por lo que se pierde la parte de
escucha y comprensión. Deben aprender a escuchar y entender otros puntos de
vista, siendo esto algo positivo para su desarrollo.
Es
importante que en todo este proceso existan una evaluación y no solo del
maestro a los alumnos, sino de los alumnos a la actividad y una autoevaluación.
Para esto, emplearemos herramientas como rúbricas o tablas de observación con
las que los alumnos puedan ver la importancia de sus intervenciones y su
progreso a lo largo del curso. Además, hablando con cada alumno
individualmente, le podremos señalar aquellos aspectos que hace correctamente y
lo que debe mejorar, ayudándole a mejorar.
Realizamos
actividades para los alumnos, por lo que es imprescindible que ellos se sientan
motivados a la hora de participar. Esto lo conseguimos permitiendo que los
alumnos nos hagan un feedback de las actividades, para poder adecuarlas a sus
gustos. De este modo, les motivaremos a participar tanto oralmente como
escuchando las intervenciones de sus compañeros.
Para
llevar a la práctica todo lo aprendido durante el bloque, se no pidió que
eligiésemos un tema para realizar un debate o diálogo y presentar cómo lo
pondríamos en práctica. Fue un trabajo realmente interesante pues, con algo tan
simple como un diálogo o debate sobre temas cotidianos, podemos conseguir
desarrollar la expresión y la comprensión oral de los alumnos. Estas dos
estrategias, creo que son muy poco trabajadas en las aulas en general, no solo
de primaria. Por esto es muy importante que como futuros maestros practiquemos
este tipo de dinámicas, pensando cómo lo haríamos para que realmente
funcionara. Además, gracias a los comentarios de nuestros compañeros, podemos
complementar y mejorar nuestras ideas, incluso añadir las suyas a nuestro
catálogo de actividades, porque dos maestros piensan mejor que uno.
En
mi caso quise crear un diálogo entorno a lo que había sucedido en la asignatura
anterior “un alumno había intentado copiar los ejercicios de un compañero y
otro se había chivado”. Me pareció una situación muy adecuada para
introducir este tipo de actividades pues, nos sirvió para tratar el tema, poner
propuestas para evitar que sucedieran estas cosas, intentar solucionar
conflictos… poco a poco fueron interviniendo todos los alumnos y complementando
las propuestas de los otros.
Cada
vez que terminamos un bloque, pienso en cómo lo viví yo, en qué recuerdos tengo
de ese contenido. En este caso, la primera vez que realice un diálogo de grupo
fue en el primer año de la carrera (en mi caso de Educación Infantil). Siempre
nos habían “enseñado” a esperar nuestro momento de hablar en silencio, pero
nunca debatir ni a dialogar sobre ningún tema. Además, nunca realizamos una
exposición o intervención individual ante nuestros compañeros. Mi primera
exposición grupal, fue en 1º de Bachillerato, la cual no me salió nada mal,
pero ¿cómo me hubiera salido si durante toda mi etapa educativa hubiera
realizado ejercicios similares?
Durante
mi periodo de prácticas y tras haber trabajado como profesora, pude ver que la
situación que yo viví está cambiando, al menos, un poco. Cada lunes por la
mañana todos los alumnos del aula, inclusive el maestro, formaban un círculo
ocupando toda el aula y comenzaban a dialogar sobre su fin de semana, o algún
tema que el viernes indicaba el maestro. Se crearon situaciones muy divertidas
pues, al ser amigos, contaban sus diferentes perspectivas de esos días. Aunque
alguna de las intervenciones no fueran diálogos, sino más bien monólogos, era
interesante de igual modo, ya que se trabajaba la expresión y comprensión oral,
pues una vez terminaba, se le realizaban preguntas sobre lo que había contado.
El
objetivo del maestro debe ser que sus alumnos consigan desarrollar una buena
competencia comunicativa, para que se sepan desenvolver en su día a día. Para
ello, debemos trabajar situaciones en las que se trabaje la comunicación plural
(puestas en común, lluvia de ideas, conversaciones, diálogos, entrevistas y
debates) y la comunicación individual (monólogos, exposiciones, narración de
historias, chistes, cuentos…). Además, debemos saber cómo fortalecer el
desarrollo del lenguaje oral: no tenemos que descalificar la acción de hablar,
no interrumpir comunicaciones espontáneas, interesarnos por las experiencias de
los alumnos, construir un ambiente motivador, enriquecer el vocabulario de los
alumnos, estimularlos a tomar palabra…
De
cara a un futuro será algo que tenga muy en cuenta en mis clases. Considero que
antes que cualquier materia está que los alumnos aprendan a hablar y a
escuchar, para poder desarrollarse y en tender cualquiera de los ámbitos que le
rodean, ya sean materias o en su día a día. Debemos de ser capaces de crear
situaciones estimulantes para esto y ser capaces de corregirles adecuadamente
cuando se equivoquen, fomentando así un mejor desarrollo de estas habilidades.
Podemos
enseñar y fomentar que nuestros alumnos desde que son pequeños se expresen,
hablen, escuchen y comprendan, que consigan las herramientas que necesitan para
enfrentarse el día de mañana a cualquier situación en la que tengan que
comunicarse sin miedo a equivocarse. Deben de ser capaces de aprender a
escuchar correctamente y a comprender lo que escuchan, pues a veces confundimos
oír con escuchar.
BLOQUE
II: COMUNICACIÓN ESCRITA: LA LECTURA
La
lectura forma parte de las habilidades lingüísticas básicas que los alumnos
deben aprender, desarrollar y perfeccionar a lo largo de sus etapas educativas,
pues la lectura tiene un papel fundamental en la educación, pero ¿se trabaja
bien?
“Leer es interpretar, es comprender, es
relacionar, es tomar partido. Leer es conocer lugares, personajes, ideas y
sentimientos ajenos. Leer es aprender, analizar, reflexionar y adquirir valores
fundamentales”.
La
competencia lectora no solo afecta al área de Lengua Castellana, sino a todas
las demás áreas, y por tanto, todos los profesores y maestros deben saber
trabajarla. Como futuros maestros debemos enseñar a nuestros alumnos cómo leer
cada tipo de texto, pues según el texto en sí, el objetivo con el que se lee y
la situación en la que se encuentra el texto, para adecuarse a la situación y
obtener un mayor rendimiento y comprensión. También debemos guiarles a través
de pautas y técnicas trabajando y desarrollando todas las micro habilidades y micro
capacidades que componen la lectura.
Para
llegar al concepto que tenemos actualmente sobre lo que es la competencia
lectora y que criterios debemos seguir para evaluarla, se tuvo que realizar un
consenso internacional en el que llegaron a un acuerdo. En este se llegó a la
conclusión que no solo debíamos fijarnos en la comprensión connotativa sino
también en los elementos inferenciales, llevando una evaluación continua de
este proceso, el cual se debe trabajar y practicar antes de ser evaluado.
Podemos
separar los tipos de lectura según tres aspectos:
Atendiendo
a la diferencia entre códigos: El desarrollo de las dos
rutas de lectura y por ello, la lectura silenciosa y en voz alta se debe
trabajar por separado y su mejora y evaluación debe ser continua.
Lectura
en voz alta, no es un acto de comprensión, sino de
expresión pues leemos para comprendan. En la lectura en voz alta, el lector es
el único que posee el texto y su lectura debe enfocarse a transmitir lo más
fielmente posible las palabras del autor.
No
es fácil leer en voz alta. El lector no debe equivocarse, debe ser
convenientemente expresivo, mantener el ritmo y la entonación adecuados, no
juzgar, no exagerar y ser fiel al pensamiento del autor. Por ello, es necesario
que las lecturas en voz alta se preparen. El texto se entregará con tiempo
suficiente para que, en este caso, el alumno pueda preparárselo. Deberá de
realizar una lectura silenciosa, comprensiva, las veces que sea necesario, y
será útil que se asegure de comprender todas las palabras que aparecen, para
ello, los mismos maestros deberán prestarse a ayudarle con esta tarea. Además,
se deberá ensayar en voz alta, delante de un espejo, familiar o incluso si es
más mayor podrá grabarse. El día de la lectura ante sus compañeros, estos
deberán tener el libro cerrado y limitarse a escuchar a su compañero, pues para
ellos es el momento de comprensión. Para evitar que los alumnos se distraigan
se les podrá decir que cuando finalice la lectura se les hará preguntas,
consiguiendo así que estén atentos y permitan a su compañero realizar la
lectura cómodamente.
Actualmente,
en la mayoría de las aulas los alumnos siguen la lectura y no la escuchan,
dejando a un lado el desarrollo de la comprensión oral.
En
la lectura en voz alta empleamos la ruta fonológica. Se utiliza la conversión
grafema-fonema, es decir, se identifican las letras y se transforman en
sonidos. Esta ruta nos sirve para descifrar palabras más complejas. Empleamos
la anticipación ocular.
Lectura
silenciosa, su objetivo es la comprensión.
Pretendemos comprender con la mayor velocidad y la menor dificultad, el mayor
número posible de palabras y, por lo tanto, relacionar las ideas del texto con
las propias experiencias y elaborar el propio significado.
En
la lectura silenciosa empleamos la ruta ideo visual basada en fijaciones. En
esta lectura no debemos articular ni usar los dedos para marcar o seguir las
sílabas por lo que hace que sea más rápida o fluida. Todo el trabajo cognitivo
se dedica a la comprensión del texto.
Debemos
distinguir la comprensión de la memorización. No recordar un dato exacto no hace
que el lector no hay comprendido, pues los datos (memoria a corto plazo) se
olvidan. Cuando trabajemos la comprensión con actividades las preguntas deben
de ir dirigidas a la idea global del texto, a la intencionalidad del autor, las
inferencias comunicativas, hipótesis del significado… Podemos preguntar datos
concretos siempre y cuando permitamos que se regrese al texto, trabajando así
otro tipo de lectura.
Ambos
tipos de lectura y rutas son importantes por lo que es necesario trabajar ambas
por separado.
Atendiendo
a los objetivos de la lectura, relacionado con la
fluidez según con el objetivo que se realiza la lectura: lectura extensiva,
lectura intensiva, lectura rápida o superficial y lectura involuntaria.
Atendiendo
a la velocidad de la lectura: lectura integral o
lectura selectiva.
Una
vez tenemos la teoría clara, nos plantemos entonces, ¿cómo enseñamos a leer y
trabajamos la lectoescritura correctamente?
Existen
varios métodos para trabajar esto: analíticos, sintéticos y mixtos. Pero
teniendo en cuanta todo lo anterior, los métodos que debemos usar son los
mixtos con base analítica, usando metodologías mixtas (ruta fonológica e ideo visual),
siendo, además, un aprendizaje significativo y funcional. Nos acercamos a los
intereses del alumno y respetamos sus procesos de aprendizaje. Estos requieren
trabajo por parte del maestro y el desarrollo de la motivación en el niño.
A
pesar de esto es importante que los maestros de Primaria conozcan todos los
métodos existentes para enseñar a leer, sus fundamentes, sus virtudes y
carencias, para poder seguir trabajando en la misma línea, para cubrir aquellos
aspectos deficitarios e imprescindibles y encauzar el desarrollo lector de sus
alumnos.
Para
desarrollar correctamente la competencia lectora debemos “plantear
actividades que permitan a los estudiantes enfocar su atención y su memoria (a
corto, a medio y a largo plazo) a los aspectos anteriores investigando,
relacionando, analizando, respondiendo y concluyendo sobre el texto y sobre su
propia interpretación de lo leído. Para ello, resulta imprescindible que, antes
de leer, sepan qué tipo de preguntas vamos a hacerles o qué ejercicios vamos a
plantearles y, en consecuencia, qué tipo de lectura deberán llevar a cabo en
cada momento” (Irune Labajo).
En
cuanto a la actividad que hemos tenido que realizar este bloque, creo
que ha sido la más realista hasta el momento. Tener que ponernos en el lugar de
otros maestros y hacer lo que actualmente tienen que hacer, no solo nos ha
servido para ver reflejado todo lo aprendido durante el bloque sino para ver la
facilidad o dificultad de adaptarnos a lo que posiblemente el día de mañana se
nos pida hacer. Con esta actividad podremos comprobar si pudiésemos realizar
correctamente una actividad pautada, algo que viene bien de cara a mimetizarnos
más con la realidad educativa actual.
Esta
fue orientada para entrenar cómo trabajar la comprensión de la lectura
silenciosa. Debíamos crear una unidad de lectura, de lectura silenciosa, tal y
como lo deben hacer los maestros de La Salle. En esta unidad se trabajan todos
los aspectos señalados anteriormente, por lo que permitimos a los alumnos
trabajar correctamente la comprensión de los textos, ya sea funcional continuo
o discontinuo. Para esto seleccioné un texto funcional continúo orientando las
actividades para 4º de Primaria, más concretamente un fragmento del libro “El
Grúfalo” de Julia Donaldson.
En
cuanto a mi experiencia, durante toda mi vida había pensado que leía
bien porque me habían enseñado bien a hacerlo y que mis maestros trabajaban
correctamente para que desarrollara la lectura. Esto en ocasiones me creaba
conflictos internos pues, odiaba leer en voz alta por si me equivocaba y cuando
eso ocurría solía pensar que no se me daba bien leer, a pesar de que disfrutaba
mucho leyendo en mi tiempo libre. Y aunque yo no lo sabía, esto no era así.
En
cuanto a lo vivido en las prácticas, se trabaja de manera similar. Los alumnos
debían leer en voz alta, cuando el maestro mandaba leer algún texto relacionado
con la teoría que aparecía en el libro. En el momento y sin preparación. En
cuando a la lectura silenciosa, cada mañana durante los primeros diez minutos
de clase debían escoger un libro de la biblioteca del aula y leer hasta que el
maestro mandara recoger. Esta práctica era un caos, ya que los alumnos estaban
más pendientes de buscar libros con dibujos que de leer. No se realizaba
ninguna actividad para trabajar la comprensión lectora.
De
cara a un futuro, y como todas las veces anteriores, de
verdad espero no seguir los pasos de los que fueron mis maestros y poder
cambiar un poco más la realidad educativa en la que nos encontramos.
Aprendiendo lo que de verdad se debería hacer entiendo un poco más el poco
gusto que sienten la mayoría de las personas hacia la lectura y las
dificultades que surgen a lo largo de la vida, en relación con la comprensión,
por no haber trabajado correctamente esta habilidad pues si nos paramos a
pensarlo, la lectura está presente en casi todos los ámbitos de nuestra vida.
Una vez más se nos están dando muchas herramientas para poder mejorar un poco y
hacer las cosas como deberían de hacerse y está en nuestras manos usarlas.
Este
bloque no solo me ha servido para aprender cómo trabajar correctamente la
lectura en voz alta y su verdadero objetivo, sino también cómo trabajar la
lectura silenciosa, la importancia de trabajar por separados ambas lecturas y
su importancia individual, cómo es necesario que los alumnos traten de
averiguar por inferencia el significado de las palabras, lo que es realmente la
comprensión lectora y cómo trabajarla de manera completa y cómo evaluarla de
manera continua, pues es un proceso. Además de todo esto he descubierto la
existencia de los textos discontinuos, los cuales nunca habría considerado que
eran un texto. Y estas son solo algunas de las cosas de las que me he dado
cuenta, pero mi conclusión es clara, tenemos que cambiar la manera en la que
trabajamos la lectura porque evoluciona todo nuestro alrededor excepto las
metodologías que empleamos. Esto lo podemos relacionar directamente con lo
trabajado en el bloque anterior, pues leer en voz alta al fin y al cabo es
hablar delante de otras personas. Todas estas habilidades están relacionadas y
no trabajar una correctamente puede perjudicar a la otra.
Quiero
que, para mis futuros alumnos, como para Mario Vargas Llosa, leer sea lo más
importante que les ha pasado en la vida, o una de las más importantes.
BLOQUE
III: COMUNICACIÓN ESCRITA: LA ESCRITURA
Tras
haber hablado sobre la comprensión y expresión oral y escrita, llegamos a la
última habilidad lingüística: la escritura. La escuela debería ofrecer una gran
variedad de situaciones en las que se pusiera en práctica el uso de la
escritura, pues aprender a escribir es aprender a usar la lengua escrita en una
gran diversidad de situaciones.
Dentro
de la comunicación escrita debemos hablar de tres conceptos principales: la escritura,
proceso por el que se pasa de la posesión interna de un concepto, idea o
pensamiento a la transformación de ese concepto, idea o pensamiento mediante
una codificación de símbolos gráficos, con intención comunicativa (Labajo,
I.) y la grafomotricidad y la caligrafía, dos términos que debemos diferenciar.
La grafomotricidad es el control motor asociado a la grafía, que implica
direccionalidad tono muscular, coordinación visomotora y ubicación espacial,
sólo es utilizada en la escritura manuscrita, pudiendo definir a la
caligrafía como el conjunto de rasgos característicos de la escritura de
una persona, una proyección de la grafomotricidad. A través del movimiento que
realizamos, grafomotricidad, plasmamos una caligrafía, siendo la escritura el
resultado global, el cual tiene una finalidad comunicativa.
El
maestro debe tener en cuenta que existen factores que intervienen en el
desarrollo de la motricidad gráfica. Estos son los factores fisio-fisiológicos,
atendiendo a los niveles de desarrollo generales y específicos; los factores
psíquico- cognitivos, teniendo en cuenta la maduración mental, el desarrollo
intelectual y de lenguaje, la organización del pensamiento, la afectividad y
los aspectos perceptivo- motrices, y los factores socio- culturales, marcado
por el tipo de letra que rodea al niño.
La
escritura, como cualquier otra habilidad debe entrenarse y desarrollarse,
siendo el objetivo conseguir que sea clara y legible. Debemos mostrar a los
niños, que no deben tener una letra bonita, pues eso no lo podemos decidir
nosotros como maestros, sino que esta debe entenderse. Escribimos para
comunicar, por lo que quien lea nuestros escritos debe comprender lo que pone,
incluso nosotros mismos, pues en ocasiones, no sabemos lo que pone aun
habiéndolo escrito nosotros. Si el alumno lo necesitara, teniendo en cuenta que
solo debe conseguir que su letra sea clara y legible, debería realizar un
entrenamiento, en el que progresivamente consiga llegar al objetivo. Esto debe
realizarse una vez hayan entendido el por qué deben de mejorar su caligrafía,
pues esta funciona como carta de presentación. La única forma de mejorar
nuestro trazado es copiando y repitiendo grafías, palabras y frases (Labajo,
I.) y como maestros, tenemos que guiarles en este proceso.
Teniendo
esto en cuenta, debemos comprender que los aspectos que inciden en el
desarrollo de la grafomotricidad y la caligrafía son postura y hábitos,
movimiento gráfico, presión, velocidad y ritmo.
Cabe
destacar, que la escritura manuscrita ha sido casi sustituida por la escritura
digital, sobre todo, en la vida cotidiana. Es algo que los maestros debemos
tener en cuenta pues, cuando menos nos lo esperemos estaremos enseñando a los
niños a escribir en un teclado y no a mano.
Al
igual que con la lectura, los maestros de Primaria deben conocer cómo
aprendieron sus alumnos a escribir en Educación Infantil, pues partiendo de
ahí, podrán seguir trabajando y ayudándoles en caso de necesidad. Destacando
las metodologías de base analítica, sintética y constructivista. Siendo esta
última en la que se considera que la lectura y la escritura están íntimamente
relacionadas.
En
este bloque volvemos a un concepto que ya conocemos, la redacción.
Cuando pedimos a los alumnos que redacten, debemos tener claro qué tipo de
texto les estamos mandando, tiene que ser algo concreto: narraciones, descripciones,
reflexiones, noticias…. Además, como la propia palabra indica, lo que debemos
observar es cómo está redactado, evaluando únicamente este elemento y no otros,
como la ortografía, corrigiéndola, pero no evaluándola. Es importante que sigan
un esquema para asegurarnos que sus creaciones tienen coherencia y están bien
escritas:
1.
Apuntar ideas en una hoja.
2.
Ordenar las ideas teniendo en cuenta una estructura según el tipo de texto.
3.
Se realiza una primera redacción, la cual puede sufrir modificaciones ya que
posteriormente se leerá en voz alta
4.
Se realiza una revisión fijándose en la expresión, puntuación, acentuación y
otras faltas de ortografía.
5.
Corregimos los errores. Volviéndose a leer si fuera necesario.
6.
Se pasa a limpio.
Existen
diversos tipos de textos que presentan un interés funcional y que pueden
trabajarse en el aula. De modo los niños manejarán de forma práctica diferentes
contextos reales de comunicación escrita.
Debemos
proponer actividades muy concretas, centradas en géneros específicos de la
lengua escrita que sean a su vez significativos y funcionales. Un ejemplo de
estos son algunos de los que creamos nosotros en clase, un horóscopo, un
telegrama, una palabra inventada y su descripción o un texto narrativo en el
que ir añadiendo las palabras que el maestro va diciendo. Con estas actividades
no solo se trabaja la escritura, sino que son motivadoras. De este modo los
niños perderán el miedo a escribir textos.
En
cuanto a la actividad relacionada con el bloque se centró en la parte de
caligrafía y cómo mejorarla. Para ello debimos ponernos en el papel del maestro
y plantear cómo convenceríamos a un alumno de segundo, uno de cuarto y otro de
sexto que deben realizar actividades en su casa para mejorar su caligrafía. Además
de buscar el elemento motivador para que quisieran realizar este entrenamiento,
pensando en otros elementos como el tipo de letra, el útil o el papel y cómo se
evaluará y se reforzará. Teniendo claro que estos alumnos no sufrían ningún
tipo de trastorno sino un leve retraso.
Esta
actividad fue muy práctica ya que no será muy útil de cara a un futuro puesto
que nos encontraremos con alumnos con mala caligrafía y debemos saber cómo
ayudarles. Además, nos servirá si somos maestros de primero, ya que podremos
enseñarles una caligrafía más sencilla a la tradicional. Sin duda alguna
recurriré a este bloque en varias ocasiones.
En
cuento a mi experiencia personal, nunca he visto poner en práctica lo
trabajado durante el bloque. Cuando era pequeña mi madre me mandaba hacer
“cuadernillos Rubio”, a pesar de que no tenía mala letra, pero posiblemente me
ayudara en algo. Siempre he estado rodeada de compañeros que no tenían una
letra muy legible pero ningún maestro hizo algo por cambiar eso, más que
decirles que debían mejorar su letra.
De
cara un futuro he aclarado la forma en la que debe
hacerse, pues nunca había visto otra manera de hacerse que no fuera a través de
un cuadernillo. Con esta actividad, nos hemos puesto en el papel de un maestro
intentando buscar la mejor manera de hacerlo, algo que nos vendrá muy bien en un
futuro, pues será algo a lo que deberemos de enfrentarnos, ya que no solo
afecta al área de Lengua Castellana y Literatura, sino a todas, incluso a
aspectos de su vida diaria, aunque cada vez en menos medida. Al igual que todas
las habilidades lingüísticas debe entrenarse para mejorar y conseguir el
mejorar resultado y nosotros como profesionales debemos saber guiarle en este
entrenamiento. Lo primero que debemos entender es que no todos los niños
necesitan practicar su caligrafía, pues el objetivo no es que los niños tengan
una letra bonita, sino que sea legible y clara. Nosotros no podemos decidir si
una letra es bonita o no. A lo largo de su crecimiento los niños van cambiado
su letra adaptándola a su personalidad, por lo que debemos dejarles que experimenten,
mientras esta sea legible, y esté dentro de lo normal.
Como
he dicho anteriormente, aunque actualmente la escritura manuscrita sea un
elemento que utilizamos bastante, cada vez es menos frecuente pues no debemos
olvidarnos de que estamos en el siglo XXI, lo que conlleva que la escritura
manuscrita se esté quedando obsoleta, pues la hemos sustituido por la digital.
Como futuros maestros debemos tener en cuenta este avance, y debemos comprender
que esta escritura está muy presente en nuestras vidas y por ello, debemos
trabajarla en el aula, pues será la escritura que nuestros futuros alumnos
terminen empleando casi por completo. Aunque en la actualidad esto no sea así,
es algo que debemos tener en mente.
BLOQUE
IV: EL SISTEMA DE LA LENGUA: ORTOGRAFÍA Y SEMÁNTICA
En
este bloque nos adentramos en el “Conocimiento de la lengua”, a través
del cual mejoramos las cuatro destrezas básicas trabajadas en los bloques
anteriores: hablar, escuchar, leer y escribir. Con este nos referimos al
vocabulario y conocimientos gramaticales que empleamos en la lengua castellana.
Los maestros deben buscar estrategias que motiven a la vez que transmitan de
manera significativa estos aprendizajes.
Nos
centraremos en primer lugar en la ortografía y la semántica, dos
aspectos relacionados que inciden sobre la expresión y la comprensión.
Los
maestros experimentan las dificultades que sufren los niños al pasar del código
oral al escrito, en especial al respetar las peculiaridades ortográficas de
nuestra lengua. La acentuación, uso de mayúsculas, uso de guiones, separación
de fonemas y representación de fonemas, son algunas de las dificultades que nos
podemos encontrar.
En
la metodología tradicional abordan este aspecto a través de la memorización de
reglas y excepciones, algo ineficaz pues, la ortografía es visual.
Copiar
los errores ortográficos sin un contexto, no tiene sentido, pues nos limitamos
a copiar letra por letra, para terminar antes, sin fijarnos en el error. Buscar
palabras en el diccionario y copiar su significado, no hace que recordemos esa
palabra en otras ocasiones, pues no le damos ningún tipo de contexto. Debemos
orientar este aprendizaje de otro modo, buscándole un contexto real para
nuestros alumnos, que les permita recordarlo con facilidad. Además, esto ayuda
en la motivación y en las ganas por seguir aprendiendo.
Cuando
empleemos actividad para trabajar la ortografía debemos tener claro el objetivo
que buscamos con ellas, buscando un contexto significativo para que se asiente
mejor en la memoria visual. La motivación, debe ser un elemento indispensable
pues debemos conseguir que los alumnos traten de superarse. Tenemos que dejar a
un lado la penalización y el castigo por los errores, ya que solo desmotiva a
los alumnos. Deben aprender de ello y usarlo para mejorar.
“La
pedagogía actual aboga por un modelo que incluya elementos emocionales,
funcionalidad, significatividad, construcción del aprendizaje y unos objetivos
claros que fundamenten cualquier tipo de tarea.”
Labajo, I. A la hora de plantear
cualquier actividad debemos tener presente esto. El siguiente proceso de
trabajo sería el adecuado, el cual he extraído de los apuntes de la asignatura:
PREPARACIÓN
1.
Plantearnos unos objetivos específicos (entre 1 y 3).
2.
Preparar el material si se requiere.
3.
Pensar cuál es la mejor forma de llevarla a cabo en nuestro grupo (dependiendo
de los intereses, capacidades, etc. de nuestros alumnos).
PUESTA
EN PRÁCTICA
1.
Partir siempre de la evaluación inicial ¿qué conocen los niños del tema, de
algunos aspectos concretos…? (Preguntar a los niños sobre ello y ajustar las
respuestas a la realidad).
2.
A partir de la motivación, explicar la actividad de forma clara.
3.
Poner al menos un ejemplo, vosotros mismos o utilizando a niños a los que vais
guiando.
4.
Dejar que los niños ejecuten la tarea. Si es oral, procuraremos hablar lo menos
posible y escucharlos a ellos. Si es escrita, pasaremos por los grupos o por
las mesas individuales para fijarnos si están teniendo dificultades y resolver
dudas.
EVALUACIÓN
1.
Si es una actividad objetiva con una sola respuesta posible, se corregirá y se
pedirá a los niños que expliquen cómo la han realizado. Las estrategias que han
seguido los que la hayan hecho bien, servirán para enseñar a los que la han
hecho mal. De esta forma los niños no sólo aprenden los resultados correctos,
sino también las formas de obtenerlos.
Si
es una actividad abierta que admite múltiples respuestas, se escucharán algunas
y se irán ajustando y mejorando si es que se requiere. También se preguntará a
los niños cómo la han hecho, para trabajar las estrategias del mismo modo que
en el caso anterior.
2.
Como maestros, evaluaremos los objetivos que nos habíamos planteado. Si se han
cumplido, si no y por qué.
3.
Preguntaremos a los niños si les ha resultado fácil o difícil la actividad y
por qué. Si les ha gustado realizarla y por qué. De este modo evaluaremos sus
motivaciones y sus capacidades de cara al planteamiento de futuras actividades.
4.
Preguntaremos también a los niños qué creen que han aprendido haciendo esa
actividad. Para qué creen ellos que sirve. La mejor motivación es siempre la
utilidad (aunque nosotros pensemos que es el divertimento). Nunca hacemos con
gusto algo que pensamos que no sirve para nada. Escuchamos lo que dicen y las
aplicaciones que ellos hacen y lo completamos nosotros, explicándoles los
objetivos iniciales.
A
todo esto, hay que añadir, la aplicación al momento evolutivo-cognitivo y a los
intereses de los niños en las diferentes edades, que el maestro ha de conocer y
utilizar. Hay muchas actividades que pueden llevarse a cabo en todos los cursos
de Primaria realizando variaciones o utilizando centros diferentes de interés.
Trabajar
la ortografía desde que los alumnos tienen su primer contacto con un texto
escrito es imprescindible pues, si retrasamos este momento hasta que tenga que
estudiar las reglas ortográficas, la memoria ortográfica aceptará cualquier
modelo de la palabra, esté bien escrito o no. Siendo necesario también que se
trabaje y evalúe de manera similar en todas las áreas curriculares, pues la
competencia lingüística está presente en todas.
Ahora
vamos a adentrarnos más en las palabras en sí y en su significado, es decir, en
la semántica. Los niños están expuestos a una gran cantidad de vocabulario
en su día a día, del que, en ocasiones, no conocen su significado. Desde que
son pequeños van descodificando el significado de todas las palabras que
escuchan a través de su contexto, haciendo hipótesis de lo que puede
significar, por lo que cuando son mayores deben seguir haciendo lo mismo,
consiguiendo así un aprendizaje más significativo.
“La
labor del maestro es afianzar sus conocimientos semánticos, fomentar la
aparición de nuevas palabras en la conversación cotidiana en el aula, ayudarles
a aprehender el significado de los términos nuevos que aparecen en los textos
trabajados y hacer del trabajo con el diccionario un juego más, ameno y
significativo.” Labajo, I.
Es
importante distinguir entre el vocabulario activo, aquel que empleamos con
frecuencia, y el pasivo, aquel que conocemos, pero no empleamos con tanta
frecuencia en nuestro día a día. Los maestros deben desarrollar ambos,
incluyendo nuevo vocabulario, buscando que los alumnos puedan tener una mayor
riqueza léxica.
El
alumno imita al maestro, por lo que los maestros deben tener muy presente que
son los modelos verbales de sus alumnos y por ello, tiene que tener cuidado con
el vocabulario que emplean y cómo lo emplean, siendo este un recurso didáctico
muy eficaz para los alumnos. Hay que estimular su léxico y darles herramientas
para que lo empleen correctamente, pues la manera de hablar de una persona,
incluyendo las palabras que emplea, dicen mucho de ella.
Durante
el tiempo que estuvimos trabajando este bloque, se nos mostraron diferentes
actividades lúdicas con las que podíamos trabajar estos contenidos como “STOP”,
“adjetivos que describan a un gato”, “un barco viene cargado de …” o “meter
palabras en textos”. Podemos incluir en este grupo, los diferentes tipos de
dictados que hay. Maneras muy diferentes de realizarlos, que se salen de lo
tradicional, pero que son muy funcionales a la vez que divertidos.
Para
poner en práctica lo aprendido en este bloque se nos pidió que
planteásemos dos actividades para trabajar la ortografía y la semántica usando
alguna de las actividades propuestas en el bloque, fijándonos en el esquema
planteado. A través de este me quedó más
claro y comprendí mejor la importancia de tener el objetivo u objetivos claros
de las actividades que realizamos. Es imprescindibles volcar a los alumnos en
ellas, motivándoles y haciéndoles siempre participes, el maestro es solo un
guía.
A
la hora de aprender es importante comprender la estrategia que utilizas, por
ello, es necesario que los alumnos compartan sus estrategias entre ellos pues
pueden ver maneras de entender las cosas que los adultos no pueden, entre ellos
se entienden mejor. Los maestros suelen cometer el error de mandar ejercicios
sin que los alumnos comprendan el por qué lo están haciendo, algo que desmotiva
mucho.
Por
ello, debemos explicarles el por qué y para qué hacen las cosas, al mismo
tiempo que tenemos en cuenta sus necesidades y gustos, adecuando estas
actividades a ellos. El feedback siempre es necesario, tanto para los alumnos,
como para que el maestro sepa si está orientando su enseñanza en el camino
adecuado.
En
cuanto a mi experiencia, tanto en mi etapa educativa como trabajando como
maestra observé el mismo método para trabajar los aspectos de este bloque. Se
daban a través del libro las reglas ortográficas que se debían copiar en el
cuaderno, y para trabajarlas se realizaban dictados y los ejercicios propuestos
en el libro. Además, cada vez que se cometía una falta de ortografía debía
copiarse x veces.
En
cuento al planteamiento de las actividades según el modelo, nunca había visto
trabajar las actividades del aula así y realmente me ha sorprendido ya que
siempre he visto que se pensaban según avanzaba la clase y no se tenía en
cuenta ninguno de los puntos propuestos.
De
cara a un futuro, soy más consciente de la importancia de que los
alumnos disfruten a la vez que aprenden, no tiene por qué ser todo lúdico o
divertido, pero al menos que sientan que aprenden sin desmotivarse, pensando en
mejorar, sin que aprender suponga una carga para ellos. Lo realmente
significativo para mí no es solo todas aquellas herramientas que me llevo de
cara a un futuro, es también el entender por qué trabajaron conmigo mal ciertos
aspectos de esta asignatura, por qué es más correcto hacerlo de otro modo y qué
beneficios tiene hacerlo así pues, a pesar de que no lo hicieran de la manera
correcta, considero que aprendí la mayoría de los aspectos que tenía que aprender,
aunque pensar que trabajado de otro modo me hubiera sido más fácil o hubiera
aprendido más de lo que lo hice en su momento, de manera más significativa a la
vez que disfrutando de ese aprendizaje.
BLOQUE
V: EL SISTEMA DE LA LENGUA: MORFOLOGÍA Y SINTAXIS
Si
pensamos detenidamente, durante toda nuestra Educación Primaria, adquirimos
todos los conocimientos morfosintácticos básicos que necesitamos, y una vez
comenzamos la etapa de ESO, damos lo mismo una y otra vez. Aquí es donde surge
una gran duda, ¿por qué damos todos los años lo mismo, si se supone que ya lo
dimos en Primaria? Y justo ahí es donde está el problema, a pesar de llevar dándolo
años, cada curso hay que empezar casi desde el principio porque se recuerdan
muy pocas cosas. ¿Por qué no hacer que estos conocimientos sean significativos?
En
este bloque se abarca cómo ha de trabajarse y aplicarse en el aula la
morfosintaxis de la lengua, el conjunto de elementos y reglas que permiten
construir oraciones con sentido y carentes de ambigüedad en torno a las
relaciones gramaticales, concordancias, indexaciones y estructura jerárquica de
constituyentes sintácticos.
En
ella se integra la morfología, forma y características de las diferentes clases
de palabras, y la sintaxis, función de las palabras dentro de la oración. Son
dos elementos indesligables a pesar de que didácticamente se suelan trabajar
por separado. Es imposible realizar un análisis sintáctico sin tener en cuenta
la morfología.
“Los
niños han de ir aprendiendo, paulatinamente, los nombres y las características
de las diferentes clases de palabras y las funciones principales que éstas
desempeñan en el contexto de una oración, pero siempre de forma reflexiva”.
Labajo, I.
Se
comete el error de trabajar estos contenidos de un solo modo, escribiendo en el
cuaderno y memorizando. La morfosintaxis también debe practicarse oralmente pues,
al fin y al cabo, hablamos más que escribimos.
Para
trabajar correctamente la morfosintaxis en el aula, debemos combinar que sirvan
para interiorizar a la vez que son funcionales.
Debemos
centrarnos en para qué sirven y cuál es la mejor opción en cada contexto. Estos
aspectos se pueden trabajar a través de lecturas, del lenguaje oral
(exposiciones y diálogos) y mediante las creaciones de los propios alumnos.
Deben
tener buenos modelos orales y escritos, de los diferentes tipos de textos. La evaluación ha de ser formativa realizando
“correcciones” y propuestas de mejora conjuntas.
Lo
más importante para mí ha sido aprender a guiar el análisis sintáctico de una
frase. Puede parecer sencillo, pero gracias los pasos que nos ha enseñado
Irune, no solo será más fácil para nosotros sino para nuestros futuros alumnos.
Entenderán lo que están poniendo, y no se limitarán a escribir líneas y
funciones de memoria, consiguiendo analizar correctamente.
Un
ejemplo de esto puede ser:
“La
casa amarilla es vieja”
1.
Comenzamos preguntando cuántos verbos hay, y una vez nos lo indiquen
preguntaríamos cuál es, marcándolo en la pizarra. Preguntamos posteriormente si
solo hay un verbo cuántas oraciones hay, indicándolo también en la pizarra.
2.
Recordamos que el sujeto debe concordar en número y persona con él verbo,
pidiendo que nos indiquen qué sustantivos podrían ser. En el caso de esta
oración solo hay uno “casa”.
3.
A continuación, preguntaremos qué palabras forman el sujeto y cuáles el
predicado. Indicándolo en la pizarra, preguntaríamos cuál es el núcleo de cada
sintagma. Preguntando también qué tipo de sintagma es cada uno.
4.
Nos centramos en el sujeto. Comenzamos preguntando cuántos complementos tiene
el núcleo, en este caso, “la”. Una vez identificados, preguntaríamos qué clase
de palabras o sintagma son y qué función desempeñan, en este caso “la” es un
determinante que desempeña la función de determinante.
5.
Pasaríamos al predicado. Una vez identificado el núcleo, preguntaríamos cuántos
complementos acompañan al núcleo, en este caso uno, y deberán decir cuál es,
“vieja”.
6.
Al igual que con el sujeto, preguntaremos qué clase de palabra o sintagma forma
y que función desempeña. En este caso, es un adjetivo que forma un sintagma
adjetival, cuya función es atributo.
7.
Este proceso deberíamos repetirlo con todos los complementos que tuviera.
Como
he señalado anteriormente, no es imprescindible que se lo sepan de memoria
mientras se realizan los ejercicios. Terminarán aprendiéndoselos según vayan
practicando. Por ello, es útil que creemos con ellos una hoja en la que
aparezcan todas las funciones según la clase de palabra, como hicimos en clase.
Lo
que más me sorprende es el por qué se trabajan los contenidos “mal” si se
conoce cómo hacerlo correctamente, es decir, de manera significativa, lúdica,
útil… esto lo baso en mi experiencia personal. Durante mi etapa en
Educación Primaria incluso en las etapas educativas posteriores, me enseñaron
estos contenidos para aprobar un examen, no para poder extrapolarlos al día a
día. Por ello, debíamos memorizar tablas, funciones, nombres… sin ningún
sentido y realizar actividades repetitivas. Además, en relación con la parte de
sintaxis, fue de los peores recuerdos que tengo, ya que no fue hasta 1º de
Bachillerato cuando comencé a comprender mejor cómo analizar oraciones. Aunque
con este bloque y con las dinámicas realizadas en clase, me he dado cuenta, de
que no lo comprendí significativamente.
En
mi periodo de prácticas y mientras he ejercido como maestra puede ver algo muy
parecido. El maestro se limitaba a pedir que leyeran lo que venía en el libro
de texto y mandar las actividades que venían en él, corrigiéndolas en voz alta
al día siguiente y pasando a un nuevo contenido sin pararse a preguntar si lo
comprendían bien.
Por
propuesta de la tutora del otro grupo, realizaron una actividad más dinámica
cuando llegaron a la clasificación de los adjetivos. Se les entregaba por
grupos una imagen, y debían realizar una descripción detallada para que el
compañero de en frente la intentara dibujar. Luego comentaron en grupo, los
diferentes tipos de adjetivos que habían usado.
La
actividad propuesta para este bloque estaba relacionada con la
interiorización metalingüística. Se nos pidió que buscásemos diez enlaces de
actividades lúdico-didácticas con las que los alumnos de Primaria pudieran
practicar y reforzar los contenidos morfológicos y sintácticos, que deben
abordar en cada curso. Teniendo en cuenta, además, que fueran llamativas y
motivadoras para los alumnos.
Esta
actividad ha sido muy útil de cara a un futuro, pues nos ha servido para ver la
cantidad de recursos que podemos encontrar en internet. Debido a la cantidad de
recursos que hay, debemos saber filtrarlos y comprobar cuáles son útiles y
cuáles no, teniendo siempre en cuenta el objetivo y la motivación de la
actividad. No todo vale por ser llamativo. Buscamos actividades funcionales,
que nos ahorren tiempo, no que compliquen este proceso.
Además,
nos ha proporcionado una batería de actividades a las que recurrir en un
futuro. No debemos olvidarnos de que es importante trabajar las actividades
según el modelo presentado en el bloque 4.
De
cara a un futuro, lo tengo claro, no quiero convertir
estos contenidos en algo complicado. No es la parte más divertida de la
asignatura, esto lo sabemos todos, pero es algo que tenemos que aprender. En
nuestra mano está hacer más llevadero este aprendizaje y sobre todo hacerlo más
significativo. Es imprescindible que nuestros alumnos salgan de esta etapa
sabiendo expresarse correctamente y teniendo herramientas suficientes en todos
los ámbitos de la expresión y comprensión.
Puede
que este sea uno de los bloques más importantes, y del que todos dependen pues,
gracias los conocimientos que tenemos de morfosintaxis, somos capaces de
expresarnos correctamente y con sentido. Por ello, es imprescindible que se
trabaje correctamente en el aula, como hemos aprendido durante este bloque.
Atender a todos las direcciones, tanto oral como escrita, dándoles la misma
importancia y, sobre todo, hacer actividades que tengan un objetivo claro, no
sean repetitivas y motiven a los alumnos a superarse. Como en cada bloque, nos
damos cuenta de la importancia que tiene realizar una buena evaluación para los
alumnos, lo contrario, puede significar una desmotivación para ellos. Este es
uno de los principales problemas en las aulas desde mi punto de vista. No
aprenden nada porque las metodologías no son significativas, y su vez, se les
evalúa haciéndoles culpables de sus errores. Así es como surge el poco gusto,
la desmotivación y el miedo por la asignatura.
Vistos
todos los bloques de manera global es mucho más sencillo comprender la relación
que existe entre todos ellos.
A
través de la semántica adquirimos vocabulario, con el que a través de la
morfosintaxis conoceremos cómo se clasifica y las funciones que realiza.
Además, de aprender a expresarnos con él de manera coherente. Gracias a estos
elementos somos capaces de comunicarnos, oralmente y por escrito, y comprender
lo que otros nos dicen, ya sea de forma oral o escrita. Esto nos permite
relacionarnos con nuestro entorno y avanzar en la sociedad en la que vivimos.
Estas
habilidades hay que entrenarlas desde que somos pequeños para que vayan
mejorando y perfeccionándose, aprendiendo así a enfrentarnos a diferentes
situaciones del día a día: escribir un texto sin ortografías, realizar un
diálogo, superar una entrevista de trabajo, leer un discurso, … Momentos que
dicen mucho de nosotros según cómo las afrontamos. Por ello, los maestros
tienen un papel muy importante a la hora de potenciar estas habilidades
adecuadamente, dándonos las herramientas suficientes para el futuro.
CONCLUSCIÓN….
¿FINAL?
Creíamos
saber, pero no supimos tanto. Y es que con esta asignatura ha sido así. ¡Qué
nos iba a contar nuevo Irune, si llevábamos toda nuestra vida dando Lengua
Castellana!
Esta
ha sido para mí la entrada más complicada a realizar pues, he aprendido tanto
que no sabía cómo sintetizar todo. Comprendí que lo más importante iba a ser mi
experiencia en relación con los bloques y lo que me llevo de cara a un futuro,
por lo que decidí no preocuparme tanto de sintetizar ya que, ya me había
ocupado de eso a lo largo del cuatrimestre. No hay nada que haya plasmado en el
artículo, que supiera de antes, y eso es lo importante para mí.
Sin
duda alguna, este blog será un recurso al que recurra en mi futuro más de una
vez. Me he esforzado durante todo el año para que esto pudiera suceder,
intentado que cada entrada recogiera lo más importante y significativo de cada
bloque.
Con
esta asignatura ha sido más sencillo trabajar a través de este medio, pues ya
le teníamos pillado el truco. Como he dicho anteriormente, dos maestros piensan
mejor que uno, por lo que dar la posibilidad de poder comentar entre nosotros,
ha sido una ventaja pues, no solo hemos podido mejorar nuestras entradas, sino
que hemos practicado cómo realizar buenos comentarios de diferentes
actividades. Algo que nos será muy útil en un futuro.
Hemos
recibido un doble aprendizaje. Por un lado, las entradas que hemos realizado
con cada bloque han sido un aprendizaje significativo y muy útil para nosotros
pues, hemos interiorizado toda la “teoría” de una manera práctica y semejante a
la realidad. No nos ha hecho falta aprendérnoslo de memoria, para comprenderlo
y adquirirlo. Por otro lado, nos hemos puesto en la piel del maestro al tener
que diseñar actividades para realizar en un aula, pensado en los objetivos,
motivaciones, formas de evaluar, útiles... hemos conseguido crear una batería
de actividades, que el día de mañana nos serán de mucha ayuda.
En
cada bloque he dejado plasmado, de una manera muy personal, qué iba aprendido
con cada uno de ellos. No solo he aprendido a crear actividades, a evaluar
correctamente, a cómo trabajar cada tipo de lectura, cómo analizar oraciones, sino
que hemos abierto los ojos ante la realidad educativa en la que nos encontramos
y nos han dado herramientas suficientes para comenzar a cambiarla.
Y,
por último, a ti Irune. Creo que hasta este día nadie me había hecho
replantearme mi futuro como maestra. No sé a lo que terminaré dedicándome, solo
sé que esté donde esté y, de una manera u otra, seguiré tus pasos, porque has
despertado en mí una vocación que jamás pensé que tendría. No te voy a repetir
todas esas cosas que ya habrás leído mil veces sobre cómo nos cambias la visión
de la educación, lo útiles y realistas que son tus clases y una larga lista de
etcéteras. Sabes todo esto, porque lo haces con vocación y no hay nada mejor
que transmitir vocación.
BIBLIOGRAFÍA/
WEBGRAFÍA
Labajo,
I. (2020). Didáctica de la Lengua española. Madrid. CSEU La Salle.
¡Hola!, me gusta mucho, pero mucho tu blog, está muy trabajado y es muy colorido lo que llama mucho la atención :)
ResponderEliminarMe parece genial esta entrada pero me parece aún mejor tu conclusión porque me he sentido totalmente identificada, en este blog todos hemos puesto gran parte de nosotros y sin duda es una herramienta genial para trabajar, también pensé que ya sabía todo, pues llevamos toda la vida dando esta asignatura pero siempre se aprenden cosas nuevas sin duda, nunca es tarde si la dicha es buena.
Felicidades y no lo dejes, ¡se te da bastante bien!
¡Hola Belén! Muchísimas por tú comentario tan bueno me alegro que te guste este blog, tienes toda la razón en cuanto a que llevamos prácticamente toda la vida con esta asignatura y, sin embargo parece que no sabíamos nada, pero para algo existe el dicho “nunca te acostarás sin saber algo nuevo”.
EliminarQue pases buen dia
Excelente, Helena.
ResponderEliminarMuchísimas gracias.
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